jueves, 17 de octubre de 2013

Diferentes tetas y luchas


Por Estitxu Espejo-S. Gafapasta con carcoma

Reza un viejo refrán de nuestra —muy rezadora— cultura popular: “Tiran más dos tetas que dos carretas”. Y tan sabio es el dicho que, probablemente, con solo mencionarlas, sé que estoy teniendo más atención de quienes me estéis leyendo que de no haberlo hecho. Es la maniobra de márketing más vieja y burda de la historia. Aquellas personas que tengan blog lo pueden comprobar con facilidad usando la palabra ‘tetas’ en las etiquetas de búsqueda de sus entradas. Rápidamente, verán cómo su apasionante entrada sobre microeconomía aplicada al mercado de los cordones de zapatos acaba multiplicando en cuestión de minutos el número lectores o, al menos, de personas que entran a leer.  Yo hoy quiero que me hagan mucho caso. Así que voy a utilizar mucho las tetas. Tetas.
…………Vivimos malos tiempos las mujeres de este país: una panda de machos capitaneados por Gallardón, gente que ni sabe lo que es un embarazo, o poder tenerlo, ni lo que es tener vagina, ha creado una ley para retroceder hasta momentos predemocráticos en la cuestión del aborto. El paro se está cebando con nosotras. En Madrid se ha retirado el dinero para la detección precoz del cáncer de mama. Desde el Ministerio de Insalubridad se insta con triquiñuelas a las Comunidades Autónomas para que la reproducción asistida sea solo para heteras con pareja. Llevamos cuarenta y cuatro muertas por violencia machista en 2013 —sin contar las prostitutas, que ni cuentan—. Por eso, el trabajo de las feministas, su voz, es más importante que nunca.
…………Pero también es cierto que el postmachismo está ganando la partida gracias a la ficticia sensación de igualdad que se ha creado en los últimos años. “¡Huy! ¿Machismo? ¡No, mujer; eso era antes! Ahora las mujeres están fenomenal; mira, si trabajan, sus maridos cambian pañales…”. Negar la existencia del machismo social a través de la ilusión de libertad y de igualdad ha sido su gran triunfo. Ha bastado con poner un par de cosas bonitas en las leyes y convertirlas en papel mojado. Por eso, en este contexto, las feministas parecemos una panda de locas descerebradas y, por supuesto, histéricas que se dedican a un activismo, no sólo prescindible, sino también inútil y fuera de lugar. “¿Por qué quieren hacer ruido estas neuróticas si ya pueden votar para elegir quién las ignora mejor?”. Teta.
…………Por eso, empiezan a oírse algunas voces que insisten en que hay que llevar a cabo una remodelación y refundación del feminismo que, como tiene mala prensa, dicen que hay que hacerlo más atractivo y desarrollar una intensa labor de comunicación y márketing para enganchar a la gente. Como si el feminismo fuera uno, grande y libre. O un producto de consumo. Como si funcionara como un partido político que se puede maquillar a gusto del votante/consumidor medio —y utilizo muy consciente el genérico masculino aquí— para ganar adeptos. En definitiva, como si fuera posible regir planteamientos que, desde su propia raíz, cuestionan el sistema económico, simbólico, ideológico, y político, con herramientas creadas por ese mismo sistema. Mmm… ¿Teta?
…………Hace unos días, concretamente el 6 de octubre, se organizó a través de las redes sociales un escrache a Rouco Varela en el barrio de la Elipa. Para mi desgracia y pataleta, no me enteré a tiempo. Me habría encantado ir a tirarle un besito, para ver si con un poco de amor feminista deja de presionar a ese gobierno amigo suyo y verdugo de mis congéneres, y se olvidan un poquito ya de darnos la tabarra a mujeres, transexuales y homosexuales. La actuación policial fue lamentable. Se detuvo a dos personas, y se identificó a veinticinco —eso significa, como mínimo, multa casi segura—, a pesar de que casi todo parece indicar que la cosa estaba siendo de lo más pacífica. Nada nuevo. Ya se sabe que, si se va en contra de según quién y qué, automáticamente el manifestante pierde sus derechos políticos de reunión, libre circulación u opinión. Pero ¡oh, sorpresa!, apenas se han visto noticias al respecto fuera de los medios de comunicación alternativos o, por el otro lado, de los medios católicos minoritarios, que han aprovechado la noticia para victimizarse. Por lo que todo parece indicar que, una vez más, esta movilización —con la que me identifico al cien por cien— pasará sin pena ni gloria. Y, de hecho, hubo muy poquita gente pidiendo la liberación de los detenidos a pie de calle. Teta triste.
…………Hoy, sin embargo, tres chicas del colectivo Femen la han liado parda colándose en el Congreso con sus tetas jóvenes y perfectas al aire al grito de: “El aborto es sagrado”, y al fascisteo católico se le atragantó San Denis (es una bonita e incómoda coincidencia que, según el calendario católico, ayer fuera su festividad; se me va la imaginación a la resistente Ville Rouge), al primo feo de Romay que preside el Congreso se le quedó cara de patata cocida e incluso pidió que “se procediese con cuidado” para que las chatis no se escalabraran. Solo aplaudió Izquierda Unida. Gallardón, como buen llorica, se hizo el ofendido democrático. La noticia está saliendo en todos los medios, y servidora, que no comulga con algunas de las formas y muchos de los fondos de ese colectivo, está disfrutando de lo lindo. Las tres chicas fueron detenidas, el tema apareció en todas las teles y decenas de periodistas cubrieron su liberación en la tarde de ayer. ¡Reteta!
…………Los cuerpos de las chicas Femen que salen en los medios son absolutamente normativos, jóvenes y bonitos, como le gusta al sistema. Sus tetas están en su lugar y las usan para reivindicar en un contexto, el nuestro, en el que ese tipo de cuerpos no ofende, sino que gusta. En Europa, y concretamente en España, no hay buena película sin que asomen pechos. No hay anuncio de detergente sin que salgan unas bonitas bufas. Por eso creo que están equivocadas y que, sin querer, están reforzando los estereotipos contra los que hay que clamar para cambiar el sistema desde su raíz. Si yo fuera Femen, probablemente lo haría de otra manera; quizá mostraría otras partes de mi cuerpo que aquí se consideren muy obscenas y molesten de verdad de la buena. Si yo fuera Femen, me gustaría que las mujeres que vieran los medios jugándose el pellejo fueran gordas, peludas, monstruosas y absolutamente fuera del canon. Pero es que yo no soy Femen. Es que yo no he tenido las narices de entrar en el Congreso.  Es que ya —y lo he dicho cientos de veces— hay muchos feminismos y algunos, efectivamente, no me representan del todo, pero al final del día, como dicen los yanquis, son mis compañeras y no tengo por qué estar de acuerdo en todo con ellas. El feminismo es diversidad, igualdad de oportunidades y libertad de decisión: están clamando por mi derecho y el de todas a abortar, jugándose sus cuerpos y sus tetas perfectas, igual que las compañeras de la Elipa. La diferencia es que aquellas, tristemente, gracias al viejo truco del refrán, tendrán mayor altavoz.
…………Gracias, Femen.
…………Y muchísimas gracias a todas las personas que estuvieron en el escrache de la Elipa.
…………Teta, tetas, teta.


Fuente: http://lacolumnata.es/politica/gafapasta-con-carcoma-politica/femen-congreso-escrache-rouco-varela-feminismo-machismo-diferentes-tetas-y-luchas

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